Tratando de encontrar rasgos característicos en la actividad política en décadas pasadas, encontré una entrevista que me hicieron para el desaparecido diario “El Nacional” a finales de noviembre de 1987, cuando desde poco más de un año era secretario general del Partido Socialista Revolucionario, PSR, y miembro del Comité Directivo Nacional de Izquierda Unida, IU, frente formado siete años antes (Ver crónica “Necesidad de unidad venció a la desconfianza” del 26 de mayo de 2017). Al leerla me acordé de la frase “hacer partido”.
SE APOYABA CUANDO SE DEBÍA APOYAR
Hasta mayo de 1987, IU había tenido como presidente
a Alfonso Barrantes Lingán, alcalde de Lima entre 1984 y 1986, y candidato presidencial
en las elecciones generales de 1985, en que fue derrotado por Alan García
Pérez, joven candidato del viejo Partido Aprista Peruano.
Poco
antes de la época de esa entrevista, al cumplir dos años como presidente de la república,
Alan García había planteado al Congreso la estatización de la banca, anuncio que
contó con el apoyo de IU pese a las gruesas discrepancias con el régimen aprista.
La aprobación de la propuesta fue tan clara que, en mi calidad de coordinador de
turno de IU, había sido el orador de fondo de un mitin en apoyo a la propuesta,
realizado en la plaza San Martín. Habíamos exigido que el gobierno no transara
con la derecha que lo venía presionando en este tema.
En esas semanas -como ocurriría por varios meses
después- la estatización de la banca seguía siendo motivo de intervenciones en
el Poder Legislativo, mientras que el Poder Ejecutivo pretendía llevarla
adelante y el Poder Judicial recibía y atendía los recursos que presentaban los
bancos.
Como dato anecdótico a mediados de octubre hubo un
intento de secuestro de un diputado de IU, Justiniano Apaza, por parte del
secretario nacional de la Juventud Aprista y la detención de éste por unos días.
El hecho desató un fuerte escándalo que incluyó la interpelación al ministro
del Interior, hasta que el propio agresor señaló que lo ocurrió era producto “de
la borrachera y de la psicosis de persecución”.
TERRORISMO E INFLACIÓN CRECÍAN SIN PAUSA
Por
otro lado, las acciones terroristas de Sendero Luminoso y en menor medida del Movimiento
Revolucionario Tupac Amaru, MRTA, ya se contaban por varios miles cada año.
La
inflación subía desbocadamente, tanto que medio año después del inicio del
gobierno de García se creó una nueva moneda, el inti, equivalente a mil soles y
cinco años después -medio año luego de terminar el gobierno aprista- el nuevo
sol sería la nueva moneda peruana equivalente a… UN MILLÓN de intis. A final de
octubre la inflación anualizada llegaba al 98% y todos estábamos seguros de que
seguiría subiendo, pero nadie imaginaba cuánto…
Estando a fines de 1987, la opinión de muchos
analistas políticos y algunas encuestas coincidían en qué Barrantes tenía alta
posibilidades de ganar las elecciones de 1990. Pero había discrepancias en IU
en cómo afrontar esa situación. Barrantes temía que el maximalismo de algunos partidos
pudiese hacer inviable el gobierno izquierdista que encabezaría. Como fruto de
las tensiones internas, se había producido la renuncia de Barrantes a la
presidencia de IU a fines de mayo de ese año (Ver crónica
“Barrantes renuncia a la presidencia de Izquierda Unida” del 23 de abril de
2018).
FUERTES DISCREPANCIAS
EN IZQUIERDA UNIDA
A fines de octubre se
había realizado el V Comité Directivo Nacional
Ampliado de IU. Hasta
poco antes de iniciarse se especulaba sobre su concreción. Tanto el Partido
Comunista Revolucionario, PCR, como el PSR veníamos planteando su postergación mientras
que la Unión de Izquierda Revolucionaria, UNIR, como el Partido Unificado Mariateguista,
PUM, insistían en mantener las fechas. Nuestra oposición se basaba en que no se
habían discutido suficientemente los documentos preparatorios y subsistían importantes
discrepancias.
Un punto adicional de las diferencias fue que,
habiéndose acordado invitarlo a la reunión, solo 36 horas antes de comenzar se
le había hecho llegar la invitación a Barrantes. El ex presidente de IU no
concurrió al Centro Vacacional de Huampaní donde se realizaba el Ampliado, lo
que fue bastante comentado por la prensa. Esa ausencia la justifiqué yo, remarcando
la tardanza en la invitación y el hecho que estuviese acompañada de
declaraciones públicas de dirigentes de algunos partidos de IU que parecían conminarlo
más que invitarlo a concurrir.
Sobre estrategia y táctica no hubo posibilidad de
acuerdos en la reunión de Huampaní. Tampoco con relación a la posición frente
al gobierno aprista, ya que había dos enfoques muy distintos. Por un lado, el PUM
y UNIR consideraban que Barrantes, el PSR, el PCR, sectores independientes y en
algunos casos el Partido Comunista Peruano, PCP, promovían una conciliación con
el gobierno aprista. Por otro lado, los señalados como conciliadores calificaron
las posiciones del PUM y UNIR cómo de un antiaprismo irracional que le hacía
juego a la derecha, así como una posición militarista incompatible con la
estrategia de IU y su opción democrática.
CONVOCADO EL CONGRESO
En el V Ampliado se aprobó convocar al I Congreso
Nacional de IU, aunque quedaron planteados y sin definición varios aspectos
sobre la vida orgánica de IU y sobre la militancia que hasta ese momento priorizaba
a quienes eran parte de los partidos integrantes de IU.
Justamente, cuando hace 35 años me entrevistó “El Nacional”, había pasado un mes
del Ampliado. Se me preguntó:
*En el accionar de IU se observa una suerte de
improvisaciones, ¿de qué manera contribuirá el PSR a corregir este estilo de
trabajo?
Y contesté:
-Nosotros hemos dicho con claridad, me parece
que nunca está de más reiterarlo, que el Congreso Nacional de IU debe ser la
forma de salida de la crisis que vive esta organización. La preparación de un
congreso representativo, democrático, en el que los primeros niveles comienzan
a elegir delegados por un sistema de asambleas distritales, provinciales, departamentales
será el primer paso para organizar IU. Tenemos la impresión de que todo este
proceso hacia el congreso es el gran momento de IU, la posibilidad de que salga
efectivamente fortalecida, como un frente capaz, y que su dirección tenga un
margen de decisión para pronunciarse como frente, respetando la posición de principio
de cada partido.
Teníamos plena confianza que el congreso, que se preveía para finales del siguiente año, sería un hito importante en la vida de IU. No podíamos imaginarnos que compartiríamos las tesis políticas aprobadas en ese Congreso, pero que en la dirección orgánica quedaríamos fuera de IU (Ver crónica “Cuando la unidad no fue posible” del 29 de enero de 2019).
HABLAR EN PÚBLICO DE NUESTRAS DEFICIENCIAS
Regreso a la entrevista
de hace tres décadas y media, ya que me llamó la atención -porque actualmente
sería inusual- la primera parte que a continuación transcribo:
*Recientemente el PSR celebró su undécimo
aniversario de creación con un encuentro partidario, ¿cuáles son los acuerdos y
el balance de esta reunión?
-Nosotros preparamos una celebración
distinta para nuestro aniversario, realizamos una conferencia nacional de
organización. El encuentro ha sido un vistazo hacia adentro analizando el
terreno orgánico del partido que, a nuestro juicio, hasta ahora ha sido un
trabajo insuficiente. En la conferencia hemos aprobado los nuevos estatutos del
partido y los planes de trabajo intenso que tiene como objetivo elevar el poder
de convocatoria del PSR convirtiéndolo en una organización mucho más fuerte.
*Algunos señalan que el PSR es una
agrupación de los intelectuales de izquierda, sin base popular.
-El PSR cuando nació fue un partido distinto,
integrado por sectores intelectuales, algunas figuras militares y con presencia
básicamente campesina y juvenil. Hemos mantenido la presencia campesina, pero
en el terreno juvenil ha habido un retroceso no solo porque los que fundaron el
partido ahora tienen once años más, sino porque no se han dado nuevas
promociones significativas. En el partido no hay una exclusividad en cuanto la
presencia intelectual meramente, hay una presencia popular por el lado del
campesinado. De otro lado, las últimas elecciones reflejaron que el PSR
electoralmente era fuerte en los distritos populosos de Lima como La Victoria,
Rímac, el Cercado, Breña, entre otros.
*Pero esos han sido electores no militantes ¿cómo
van a corregir esta deficiencia?
-Esta fuerza que se dio en el terreno electoral
no tiene un correlato orgánico y eso es lo que estamos tratando de solucionar,
partiendo de la convocatoria del partido para que los simpatizantes tengan la
oportunidad de trabajar dentro del partido organizadamente. En el terreno
juvenil hemos llegado al acuerdo de convocar a un encuentro de los jóvenes del
PSR. Esta decisión del partido tiene como objetivo formar la comisión
organizadora del congreso de fundación de la Juventud Socialista Revolucionaria
como organización auxiliar del partido.
Dejo aquí la trascripción, para comentar que tocar
temas de la marcha orgánica de los partidos no era raro. En medio de una
situación política difícil, la amenaza latente de una división en el frente
político que integramos, el terrorismo permanentemente apuntando a todos los
peruanos y una crisis económica que apuntaba ya a récords en cuanto a inflación,
los partidos o por lo menos el nuestro daban importancia a labores como la Conferencia
Nacional de Organización mencionada en la entrevista.
“HACER PARTIDO”
Más de 35 años después, recuerdo esa conferencia.
Se había comenzado a trabajar desde inicios de ese año, los documentos a
discutir habían sido inicialmente esbozados por la dirigencia nacional, Juan
Borea -secretario nacional de organización del partido- y yo habíamos estado a
cargo de la redacción final, aprovechando las horas de un largo viaje (Ver crónica “Un carajo en Paris” del 1° de noviembre de 2012), los documentos habían sido discutidos
durante seis meses por los militantes y las distintas instancias territoriales
y los aportes de todos se integraron para aprobar las normas de funcionamiento
partidario.
Paralelamente al trabajo orgánico, se realizaban
cursos de formación de militantes y se impulsaba el aporte económico de todos. Se
sabía que había que aportar a la medida de sus posibilidades. Como ya he
señalado en otra oportunidad, en mi caso entregaba mensualmente el 5% de mi sueldo
(Ver crónica “Aportes de los militantes a los partidos” del 27 de junio de 2017).
Es que en esa época se trataba de “hacer partido”,
es decir tener un instrumento político para impulsar la construcción de un país
distinto para lo cual se tenía una base ideológica y un proyecto de plan de
gobierno que pudiese construir de una manera más justa nuestro Perú. Instrumento
que sirviera para formar militantes capaces de dirigir organizaciones populares,
pero también cumplir tareas estatales. “Hacer partido” era prácticamente un
lema considerando una meta a conseguir, pero también una consigna porque
señalaba una tarea por cumplir.
Hay que tomar en cuenta que la conferencia de
organización se comenzó a preparar un par de meses después de las últimas
elecciones municipales. No había por tanto la expectativa de candidaturas
inmediatas, lo que había era ansias de tener un instrumento político a la
medida de las urgencias que el país tenía.
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