Hace un par de semanas, con diferencia de menos de una hora, dos personas amigas me dijeron que todos los meses esperaban recibir mis correos informando que había añadido una nueva crónica a mi blog “Crónicas del siglo pasado”. No había mayor afinidad entre ellos y además más de veinte años de diferencia los ponía en dos distintas generaciones. Es curioso lo que me ha ocurrido, pensé, justo cuando tenía previsto escribir sobre mis crónicas…
