viernes, 17 de julio de 2015

“… DE TODAS MANERAS LO HARÉ SUBIR A MI TIERRA” (1984)

Una tarde de mediados de julio de 1984 después de terminar una reunión de coordinación con un grupo de dirigentes y asesores de la Confederación Nacional Agraria en su local del jirón Mariscal Miller en Jesús María, cerca de la puerta de salida conversamos unos minutos Jesús Oropeza, dirigente de la CNA, Enrique Bernales, senador y secretario general del Partido Socialista Revolucionario, y yo, secretario de Política del mismo partido.

SALÍ DEL HOSPITAL LLEVANDO UN BEBE MUERTO (¿1956/57?)

Estoy casi seguro que fue una noche de marzo al terminar un caluroso verano. Podría haber sido en 1956 o 1957. Aunque tengo buena memoria, hay sucesos de los cuales a veces no quiere acordarme, pero que sin embargo, los recuerdo incluso con detalles. No tener precisión en la fecha creo que es una forma que mi mente utiliza para tratar de convencerse que quizá las cosas no ocurrieron así. Pero ocurrieron. Que dude si en ese momento estaba a punto de cumplir 14 o 15 años no resulta significativo. Lo importante es que estoy seguro que alrededor de las 8 de la noche, salí del Hospital del Niño con aparente tranquilidad llevando un bebe en brazos. La criatura tenía unos ocho meses de haber nacido y un par de horas de haber fallecido…

COMPARANDO MIS PRIMERAS IMPRESIONES EUROPEAS (1964)

Cuando el grupo de participantes de un seminario internacional para dirigentes demócrata cristianos latinoamericanos arribamos a Roma el 10 de octubre de 1964, fuimos conscientes que estaba por finalizar nuestro periplo por varios países europeos (Ver crónica “Dominga, al señor no le entiendo“ del 1 de noviembre de 2012). Pero no sólo porque ya habían pasado 40 días desde que -procedentes de 14 países distintos- llegamos al aeropuerto alemán de Colonia, entre el 30 y 31 de agosto, sino porque al escuchar y ver a los italianos, sentimos que nos acercábamos a nuestro continente.