En algunas oportunidades que conversamos con antiguos compañeros de
inquietudes y militancias políticas sobre los debates que hubo en el interior
de Izquierda Unida, particularmente en la segunda mitad de la década del 80,
cuando nos referimos a los “NoPar” sabemos de qué hablamos. Pero para cualquier
persona menor de 45 años es una expresión sin significado. Podría decirse
simplemente que el término alude a “no partidarizados”, pero sería insuficiente.
Trataré de referirme al significado o significados de ese colectivo
izquierdista y a otros temas en la etapa previa al I Congreso Nacional de
Izquierda Unida.
Como en otras oportunidades he relatado (Ver crónicas “Izquierda: encuentros y desencuentros” del 20 de febrero de 2015 y “Necesidad de unidad venció a la desconfianza” del 26 de mayo de 2017), IU se fundó el 13 de setiembre de 1980 para afrontar los comicios municipales
de noviembre de ese año como un frente electoral de partidos de izquierda.
Fueron largas y tediosas las conversaciones hasta que se logró la unidad, uno
de cuyos puntos principales fue definir que Alfonso Barrantes Lingán sería
candidato a la alcaldía de Lima. Los fundadores fueron cuatro
partidos: Frente Obrero, Campesino, Estudiantil y Popular, FOCEP, el
Partido Comunista Peruano, PCP, el Partido Comunista Revolucionario, PCR, y el
Partido Socialista Revolucionario, PSR, y dos frentes: Unidad Democrático
Popular, UDP, y Unión de Izquierda Revolucionaria, UNIR, que conformaron el
Comité Directivo Nacional de Izquierda Unida, CDN-IU, donde habría un
representante por cada partido y dos por cada frente.
Inmediatamente constituida IU y como las elecciones municipales serían
provinciales y distritales, se establecieron las normas para que se organizaran
comités provinciales y distritales en todo el país. Y se estableció que al
igual que en el nivel nacional cada partido tuviera un delegado y cada frente
dos. Y pese al poco tiempo y considerables desencuentros, se logró constituir
muchos comités.
Después de esas elecciones, en que IU alcanzó el 23% de los votos en todo el país y Barrantes el 28% en Lima, se decidió
mantener Izquierda Unida no sólo como alianza electoral sino como frente político.
Se mantuvo tras las elecciones municipales de 1983 y 1986 y las elecciones
presidenciales y parlamentarias de 1985. Tuve la oportunidad de estar en el CDN-IU
desde la fundación como representante alterno del PSR, entre 1980 y 1982 cuando
el titular era el diputado Antonio Meza Cuadra, secretario general del partido,
y también entre 1982 y 1986 cuando lo reemplazó en el cargo el senador Enrique
Bernales, Y asumí la titularidad cuando fui elegido secretario general del PSR
en julio de 1986 en nuestro III Congreso Nacional.
INICIALMENTE NO SE VALORABAN A LOS INDEPENDIENTES
Para las elecciones de 1985 en que Barrantes siendo alcalde de Lima
postuló a la presidencia de la república, la mayoría de los candidatos al
Senado que se elegía nacionalmente y a la Cámara de Diputados -que se
elegían por departamento- eran integrantes de esas seis agrupaciones políticas,
aunque la UDP había desaparecido en octubre de 1984 para dar paso al Partido Unificado
Mariateguista, PUM, confluencia de Vanguardia Revolucionaria, VR, el Movimiento
de Izquierda Revolucionaria, MIR y un sector del PCR. Considerando que en los
más de cuatro años de funcionamiento había adherentes que no pertenecían a los
partidos, independientes también tuvieron cabida en las listas. Para el Senado
la mayoría de los independientes fueron propuestos por el propio Barrantes.
También lo hizo para las listas de Diputados, aunque en varios casos a
propuesta de bases que no pertenecían a ninguno de los partidos pero tenían mucha
fuerza en algunos departamentos.
Creo no equivocarme al decir que en esa oportunidad, en la lógica de
frente de partidos que existía, los dirigentes e incluso militantes de las
organizaciones pensaban -¿pensábamos?- que los independientes que candidateaban
se beneficiaban de una desprendida concesión y no que estaban ejerciendo un
legítimo derecho.
Desde el inicio de IU no existía un canal de representación orgánica
de los independientes. Con las normas establecidas en 1980 sólo se tenía
presencia en la conducción de los comités en el nivel departamental, provincial
o distrital si se pertenecía a un partido. Se sobre entendía que la situación
de los independientes era un tema pendiente que en algún momento se tendría que
abordar. Considerando que no había mayores demandas en ese sentido, se mantuvo
pendiente varios años.
Evidentemente en 1985 se trataba de un sector muy amplio de quienes se
autocalificaban como militantes de IU pero no de ninguno de sus partidos.
INDEPENDIENTES COMIENZAN A TENER PESO
Pero, definitivamente, los independientes tuvieron que ser
considerados cuando ese año varios de ellos fueron elegidos parlamentarios.
Rolando Ames fue electo senador y varios otros diputados, entre ellos José Luis
Alvarado por Lima, Yehude Simon por Lambayeque, Oscar Niño por Piura, Antonio
Donadio por Loreto, Cristala Constatinides por Moquegua, Jorge Tincopa por
Ayacucho y Jaime Ardiles por Puno. Aunque la mayoría tenía muy buena relación con
Barrantes, era grande la cercanía de Alvarado quien en 1956 a los 23 años había
sido el primer secretario general que tuvo el centro federado de empleados del
Banco Continental y que desde esa época se conocía con Alfonso.
Las ocupaciones del líder de IU al frente de la alcaldía de Lima
impidieron que las reuniones con los independientes de la bancada parlamentaria
fueran muy seguidas Sin embargo, después de la ajustada y discutida derrota de
Barrantes en el intento de reelección en noviembre de 1986, comenzaron a
desarrollarse algunas reuniones con varios de los independientes,
particularmente con aquellos que comenzaban a pensar en formar un grupo
organizado, idea que se acrecentó con motivo de la renuncia de Barrantes a la
presidencia de IU (Ver crónica “Barrantes renuncia a Presidencia de Izquierda Unida” del 23
de abril de 2018).
Orgánicamente no hubo mayor cambio durante años en
el CDN-IU, salvo la incorporación de Henry Pease como representativo de los
sectores independientes de IU. Hasta el 31 de mayo de 1987 que se produjo la renuncia de Barrantes, había
presidente y un coordinador de turno que cada mes rotaba. Este último cargo lo
ejercíamos los secretarios generales de los partidos o frentes integrantes que
habían aumentado a siete con la incorporación de Acción Política Socialista,
APS, liderado por el senador Gustavo Mohme a finales de 1986. Al día siguiente
de la renuncia de Barrantes sólo quedaba el coordinador de turno. En el mes que
se iniciaba era Jorge del Prado, secretario general del PCP, a quien correspondía la coordinación.
Pero no en lo orgánico sino en lo político que la
renuncia era una situación compleja. Para miles de adherentes de IU se inició
un ambiente de incertidumbre ya que sentían que era un apartamiento del líder
de la organización -aunque Barrantes había señalado que quedaba como militante
de IU- y muchos pensaban que su renuncia había sido forzada por dirigentes de
algunos de los partidos de IU.
LOS NOPAR COMIENZAN A APARECER
Muy poco después, el 23 de junio, se publicó el pronunciamiento
“Por la democracia y el socialismo” llamando a constituir la Coordinadora
Izquierdaunidista de Militantes No Partidarizados. La declaración la firmaban el
senador Edmundo Murrugarra -quien había renunciado al PUM meses atrás- y los diputados
Alvarado, Niño, Donadio, Constatinides, Tincopa y Ardiles También se mencionaron
adherentes de más de quince departamentos. El documento señaló la necesidad de
deslindar con el gobierno aprista, pero al mismo tiempo enfrentaban a los que
tenían posiciones contrarias a Barrantes a quien consideran como “freno” a algunas
posiciones prosenderistas en el frente izquierdista.
Es necesario señalar que una de las diferencias
internas en IU era que varios dirigentes -entre otros Barrantes- sosteníamos
que era necesario que la condena al terrorismo de Sendero Luminoso y del Movimiento
Revolucionario Túpac Amaru, MRTA, debía ser más tajante y no dar lugar a
confusiones.
Creo que es a raíz de este comunicado, que se
comenzó a usar el término “NoPar” para identificar a un sector de
independientes de IU. A los identificados como muy cercanos a Alfonso Barrantes
y cuando algunos de los que comenzaron a ser sus voceros, particularmente
Murrugarra, Alvarado y Niño, declaraban sobre algún punto se trataba de
interpretar que era la opinión de Barrantes, aunque éste daba a entender que
nada tenía que ver. En todo caso, a lo largo del segundo semestre de 1987
trascendieron en varias oportunidades diferencias entre algunos partidos
integrantes de IU y los NoPar.
EL PROYECTO SOCIALISTA DEL PSR
Paralelamente, en el PSR veníamos trabajando lo
que denominábamos el “proyecto socialista” y que se había comenzado a bosquejar
desde el mencionado III Congreso. Se trataba de lograr dentro de IU un bloque
homogéneo de fuerzas socialistas diferenciado de las fuerzas marxistas
leninistas. La posibilidad de un rompimiento de IU no estaba en nuestros
cálculos, ya que pensábamos que con otras fuerzas del frente, pese a
diferencias ideológicas, coincidiríamos en un programa de gobierno común y en la
necesidad de aislar a posiciones ultraizquierdistas.
Con estas ideas madurando en el PSR, resultaba natural
que viéramos con satisfacción el surgimiento de los NoPar porque permitía tener
interlocutores. De hecho iniciamos conversaciones, aunque resultaba una
incógnita saber hasta dónde estaban dispuestos a constituir la coordinadora
anunciada y no -como algunos sostenían- servir sólo para actuar como voceros
informales de Barrantes, cuando éste lo estimara necesario. Aunque para
enfrentar las posiciones ultraizquierdistas Barrantes no necesitaba que nadie
hablara por él, estaba muy preocupado que un eventual gobierno de IU tuviera la
oposición entre sus propias filas y sobre eso habíamos conversado largamente (Ver crónica “Con Barrantes en Moscú” del 20 de enero de 2017).
DICHOS Y DESDICHOS DE BARRANTES
Cuando se formó IU Alfonso era un hombre
convencido de su rol unificador de los distintos destacamentos de la izquierda
peruana y para 1987, producida la renuncia a la presidencia de IU, estaba
seguro de su indiscutible liderazgo surgido de su gran comunión con los
sectores populares desarrollada en tres campañas municipales y una presidencial
y en los tres años de ejercicio de la alcaldía.
En esos años siempre tuvo muy buena relación con
independientes de reconocido prestigio académico, técnico e intelectual, varios
de los cuales se negaron a buscar el enfrentamiento con los partidos que
algunas veces sugería Alfonso. Manteniendo esa buena relación, éste optó por
trabajar con independientes de las bases de IU, algunos de ellos con
experiencia partidaria previa. Pero estos NoPar después de algunos meses en que
no vieron intención de concretar una organización buscaron a líderes como
Murrugarra para pensar en una coordinadora.
Calificados como “barrantistas”, los NoPar no
discutían el liderazgo de Alfonso, asumiendo como propias las antipatías del
líder y tenían disposición a trasmitir sus consignas a las bases. Pero además
querían consolidar una organización que tratara de agrupar a los miles de
izquierdistas que se sentían militantes de IU sin pertenecer a ninguno de sus
partidos. Ahí comenzaban sus problemas con Alfonso que aparentemente los prefería
como movimiento más bien inorgánico y no convertido en organización que
terminara siendo un partido más… con los problemas que Barrantes veía en los
partidos.
Al comenzar 1988, después de estar
varias semanas fuera del país y haber permanecido con un perfil bajo desde su
renuncia a la presidencia de IU, Barrantes comienza a hacer declaraciones,
algunas en apoyo a un paro nacional convocado por la CGTP a fines de enero. Al
mismo tiempo trasciende que estaría en reuniones convocadas por militantes
no partidarizados, que algunos entendieron como que participaría de los
esfuerzos organizativos del amplio grupo liderado por Murrugarra.
Invitado a dar el
discurso central en un acto de los NoPar el primero de febrero, Barrantes señala
su militancia en IU y anuncia que en esa fecha nace una corriente denominada
“Socialistas de IU”, que se entiende implícitamente reemplazará al movimiento
de bases no partidarizadas. No se cumplieron los temores de algunos dirigentes
de los partidos integrantes de IU que habría un lanzamiento inconsulto de
Barrantes a la presidencia de la república. Aunque no recuerdo si el resto de
los integrantes del CDN-IU estaban invitados, asistimos Manuel Dammert y yo
como secretarios generales del PCR y del PSR.
Los NoPar inicialmente medio
desconcertados con el anuncio de la formación de “Socialistas de IU” siguieron
coordinando y conversando, asumiendo que lo dicho por Barrantes era una señal
que se sentía parte del proyecto. Sin embargo quedaron más perturbados cuando
tres semanas después Alfonso señaló que esa nueva corriente de los “Socialistas
Democráticos” tendría su plenario de fundación en abril.
En el PSR en búsqueda de
desarrollar nuestro “proyecto socialista”, a mediados de abril hicimos
público un extenso pronunciamiento sobre la necesidad de la convergencia
socialista y en declaraciones señalé que se trataba de “la construcción del
socialismo en democracia”, remarcando que IU debería convertirse en la mejor
alternativa de gobierno.
El 15 de abril los NoPar
mantuvieron la confusión cuando el primer plenario nacional que inauguraron se
denominó de los “Socialistas No Partidarizados de IU” y no concurrió Barrantes
por encontrase “afónico”. En la reunión acordaron trabajar por una convergencia
socialista convocando al PSR, a los socialistas cristianos, incluso a APS,
velasquistas y a todos los dispuestos a este esfuerzo de concertación.
“Militantes No Partidarizados”, “Socialistas
de IU”, “Socialistas Democráticos”, “Socialistas No Partidarizados de IU” o
simplemente “NoPar”, independientemente del nombre, la dirigencia provisional
allí elegida nos permitía tener con quienes hablar de nuestro “proyecto
socialista”. Pero en esas conversaciones en ningún momento participaría
Barrantes.
COORDINACIONES PARA ACTUACIÓN COMÚN EN CONGRESO
IU
En los meses siguientes avanzamos
en coordinaciones hasta que a fines de agosto se dio a conocer la formación de
la Coordinadora Nacional de la Convergencia Socialista, en un comunicado firmado
por Tomás Montoya por los NoPar, Francisco Guerra García como independiente y
yo por el PSR. Nos planteábamos como una alternativa democrática de
transformación y sosteníamos que dentro de IU no debería haber lugar para las
tesis violentistas y antidemocráticas.
Luego de hacer pública esta Coordinadora
Nacional, continuamos en los trabajos de afianzar la Convergencia Socialista,
al mismo tiempo que lograr la mejor participación en los congresos distritales
y provinciales de IU. Desde setiembre iniciamos conversaciones con un sector
que se retiró del PUM liderado Carlos Tapia, compuesto principalmente por
quienes provenían del MIR al momento de la formación de ese partido.
Valga como paréntesis mencionar que en el
comportamiento interno en IU, nuestras mejores relaciones eran con el PCR ya
que coincidíamos en que era posible lograr el éxito electoral de IU en 1990
sólo con Alfonso Barrantes y siempre que se excluyera posiciones ultraizquierdistas.
Hay que tener en cuenta que ya desde inicios de 1988 varios integrantes del
CDN-IU ponían en duda la candidatura de Barrantes. Por otro lado, al ser el PCR
un partido marxista leninista, teníamos claro que no habría una integración con
ellos pero sí una sólida alianza, como efectivamente ocurrió en esos años
incluyendo nuestra participación conjunta en la estrepitosa derrota que
tendríamos en las elecciones de abril de 1990.
Sin embargo, a lo largo del resto
del segundo semestre, seguimos con cierto caos producido por distintos grupos
que se calificaban de NoPar y que querían ser parte de Convergencia algunos o
la cuestionaban otros. Las idas
y vueltas de esos colectivos por influencia real o supuesta de Alfonso
Barrantes fueron permanente factor de confusión en esa etapa difícil en IU.
SOCIALISMO
Y DEMOCRACIA, VALORES IRRENUNCIABLES
Como integrante de la Coordinación
Socialista Latinoamericana, fundada en abril de 1986 en Montevideo, el PSR
tenía el compromiso de organizar su III Conferencia con participación de
organizaciones de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, México, Uruguay y
Venezuela. La convocatoria hizo referencia a que en Latinoamérica “…viene
desarrollándose con pujanza un socialismo humanista, profundamente enraizado en
lo mejor de nuestras tradiciones nacionales populares y pleno de una firme
convicción libertaria que considera la democracia como un valor y un principio
histórico irrenunciable y no como una mera fase de tránsito ni un elemento
instrumental de la lucha política”. La realizamos entre el 28 y 30 de octubre
de 1988 y fui elegido para presidirla. Habrá oportunidad de tratar en otra
oportunidad sobre la CSL en general y de esa conferencia en particular.
Pero la reunión internacional se
realizó justo en un momento en que la insistencia en el valor de la democracia resultaba
muy importante en la discusión interna de IU. La inauguración pública de la
Conferencia se hizo en el Centro Cívico de Lima e invitamos a Barrantes como
líder de la izquierda a que hablara. Allí afirmó que en IU estaban quienes
creían en la democracia y en el socialismo y que no había sitio para “los
vanguardistas y las posiciones ultras”. Pocos días después admitió que podría
ser candidato de IU pero dio a entender que condiciona esa posibilidad a que un
gobierno de IU contribuya “a la afirmación de la democracia”.
Unas seis semanas después el
Congreso de IU previsto para mediados de diciembre se postergó hasta la segunda
quincena de enero de 1989. Los días 9 y 10 de diciembre Convergencia Socialista
realiza el I Encuentro Nacional de Socialistas, de donde surge una comisión
coordinadora socialista que integramos Enrique Bernales, Rafael Roncagliolo y
yo por el PSR; Murrugarra, Tomás Montoya y Alfredo Pezo por los NoPar y Francisco
Guerra García y Federico Velarde como independientes.
En el Encuentro se aprueba que
Barrantes sea el candidato presidencial de IU y que en el congreso de este
frente se señale la necesidad de “un acuerdo democrático nacional de largo
alcance con la participación de todo el pueblo” y se planteen las bases para “el
desarrollo del socialismo en democracia y en un claro deslinde con las
posiciones vanguardistas-militaristas y las violentistas”.
Estábamos seguros que ese deslinde
se expresaría en las posiciones mayoritarias del Congreso de IU, pero no nos
imaginábamos que pese a eso los resultados orgánicos finales no reflejarían
tales posiciones, pero eso es otra historia que esperamos tratar muy pronto.
Reitero: excelente!
ResponderBorrarWhat happened to them? What was their response to the event on 5th April 1992? Have they organised a party for themselves yet? Where are they in 2022?
ResponderBorrar