Durante el mes de septiembre de 1988 eran muy fuertes las tensiones en Izquierda Unida, IU, cuando se trabajaba intensamente en la preparación del Primer Congreso Nacional, significativo encuentro que tendría miles de participantes, inicialmente previsto para tres meses después. IU era un frente político fundado en septiembre de 1980 (Ver crónica “Izquierda: encuentros y desencuentros” del 20 de febrero de 2015). Desde 1983 se había constituido en la segunda fuerza política en los gobiernos municipales del país, incluyendo la alcaldía de Lima, y después de las elecciones generales de 1985 era también la segunda fuerza parlamentaria.
Era yo en esa época, secretario general del Partido Socialista
Revolucionario, PSR, e integrante del Comité Directivo Nacional de IU. Aunque preveía que podría haber
muchos problemas en ese encuentro, no suponía que la reunión -que finalmente se
realizó en enero de 1989- significaría la ruptura del frente.
ROMPIMIENTO PESE A COINCIDENCIAS
El rompimiento puso a un lado a cuatro de
sus organizaciones fundadoras junto con una que se había sumado años después y
al otro lado a dos de los partidos fundadores y a Alfonso Barrantes, su
principal líder que incluso había sido candidato a la presidencia de la
República y alcalde de Lima. En ambos lados hubo importantes grupos de
militantes independientes, es decir, que participaban del frente sin pertenecer
a ninguna de las organizaciones políticas.
Como ya he mencionado en otras crónicas, en
esa época estuve muy cerca de Henry Pease, que presidía la comisión
organizadora del congreso y con quien teníamos una gran amistad de más de
veinte años. Con él coincidíamos en que ese congreso podía servir para
fortalecer a IU como una agrupación de izquierda moderna y responsable dispuesta
a asumir el reto de gobernar el Perú a partir de 1990, pero mientras yo consideraba
inviable la permanencia en IU de sectores que calificábamos como vanguardistas
y militaristas, Henry valoraba mucho la unidad.
ES BUENO RECORDAR LO QUE UNO DIJO
Aunque en estas crónicas suelo presentar los
hechos durante la segunda mitad del siglo pasado tal como los recuerdo y, por
cierto, ayudado por algunas informaciones que encuentro en publicaciones de
esas épocas, en este caso voy a trascribir una entrevista completa hecha en esa
etapa previa al congreso.
Revisando algunos papeles encontré que el 4
de setiembre de 1988 se publicaron dos entrevistas sobre los problemas en IU que
me hicieron en mi calidad de secretario general del PSR. Una de las entrevistas
se publicó en el hasta ahora existente diario La República y la otra, en
Misión, no recuerdo bien si revista o suplemento de algún periódico de entonces.
He escogido la segunda entrevista, sin cambiar ninguna letra, porque ilustra lo
que se debatía en los meses previos al Primer Congreso Nacional.
Hay que precisar que más o menos desde 1987 en
varias de las encuestas publicadas sobre las elecciones presidenciales que se
realizarían en abril de 1990, aparecía Barrantes -como candidato de IU-
encabezando los pronósticos. Por otro lado, el desgaste del Partido Aprista considerando
el pésimo gobierno de Alan García -que nadie imaginaba que 15 años después
ganaría otra elección presidencial- hacía muy difícil imaginar una buena votación
para el candidato aprista. Finalmente, aún no se consolidaba orgánicamente el FREDEMO,
frente de derecha formado meses antes por Acción Popular, el Partido Popular
Cristiano y un nuevo movimiento político denominado Libertad liderado por el
afamado escritor Mario Vargas Llosa.
LA SITUACIÓN INTERNA DE IU ERA DIFÍCIL
Muchas de mis declaraciones reflejan la
situación política que en esos momentos se vivía en IU. Es decir, el
mayoritario rechazo a tesis ultraizquierdistas, por un lado, y sobre todo, la seguridad que el Partido Comunista Peruano,
Acción Política Socialista y los sectores independientes que poco tiempo
después se organizarían como Movimiento Al Socialismo, MAS, liderados por Pease,
el senador Rolando Ames y Javier Iguiñez, no
sólo no coincidieran en lo político con los ultraizquierdistas sino tampoco en
lo orgánico. Nos equivocamos… Fuimos parte de los sectores ganadores de las
tesis políticas, pero las fórmulas orgánicas dieron mayor participación a
quienes habían perdido… en desmedro nuestro. Y nos sentimos forzados a dejar el
congreso, como ya en otra oportunidad he narrado extensamente (Ver crónica “Cuando la unidad no fue posible” del 29 de enero de 2019).
Al terminar de leer la entrevista, hecha hace más de treinta años, es
evidente que me equivoqué sobre el desenlace del congreso, aunque fueron
ciertas las apreciaciones sobre el infantilismo de alguna agrupación
izquierdista. Pero esos sectores ultraizquierdistas, contra todos los
vaticinios, pudieron lograr su permanencia en IU a pesar de la derrota de sus
tesis políticas y mantuvieron ese frente en tensión hasta que lo dejaron año y
medio después…
DECLARACIONES DE HACE MÁS DE 33 AÑOS
Paso a transcribir la entrevista que con el
título “Evitando el cáncer” se
publicó a inicios de setiembre de 1988:
La Convergencia Socialista y Alfonso Barrantes son
sinónimos ¿verdad?
La convergencia socialista es un proyecto que
estamos trabajando en común los compañeros socialistas no partidarizados, un
significativo grupo de independientes que milita en Izquierda Unida y el PSR. Evidentemente,
en estos tres sectores existe la mejor opinión sobre Alfonso Barrantes pero no
se trata de sinonimia.
Pero consideran que Alfonso Barrantes es el candidato de la Convergencia.
No pensamos que debe haber un candidato de
la CS, sino un candidato de IU. Es evidente que las fuerzas de la CS buscarán -legítimamente-
que en el Congreso se apruebe las posiciones que consideremos representen a la
mayoría de las bases. Pero no se trata de una alternativa a IU, sino de una
fuerza que nace dentro de ella para potenciarla.
Alfonso Barrantes es una figura
representativa y si hablamos de candidatos, es el mejor candidato de la
izquierda.
No piensan lo mismo grupos
como el Partido Unificado Mariateguísta (PUM) o Patria Roja. ¿Esas diferencias
no serán el anticipo de un posterior rompimiento?
Yo espero que esto no suceda porque las
posiciones en que nos movemos en IU tienen tendencia a la unidad. Nosotros mismos,
como PSR, no estamos planteando ningún tipo de exclusión de fuerzas políticas
sino que hayan definiciones claras.
Sin embargo, tenemos que reconocer que en
otros sectores hay posiciones que podrían llevarlos a una marginación de IU,
pero esto no es una decisión colectiva en el frente.
Se dice que ahora el Partido
Unificado Mariateguísta -por su rompimiento de amistad con el Partido Comunista-Unidad
y por el creciente radicalismo de sus propuestas- se encuentra en minoría al interior de Izquierda Unida. ¿Esta situación
podría provocar enfrentamientos o posiciones polarizantes?
Para comenzar, nunca una fuerza integrante de
IU consolidó una mayoría, pero nuestra preocupación era el empantanamiento que
a veces hacía inviable al frente. Nadie perdía, pero nadie ganaba tampoco,
porque se buscaba la ambigüedad como fórmula para contentar a todos.
Respecto a lo otro, es evidente que el PUM
tiene problemas. No hay que sacar provecho de las diferencias ajenas, pero debe
aclararse que lo que vive hoy Izquierda Unida no son problemas con el PUM sino
los problemas del PUM, que es distinto.
En las últimas semanas -sin que viniera el
caso- algunos compañeros de dicho partido han lanzado ataques nada fraternos a
la Convergencia Socialista. Y aquí cometen, por lo menos, dos errores: primero,
olvidan que el año 86 ellos llamaron a la Convergencia de los Partidos
Marxistas Leninistas y se dirigían particularmente al PCP - Unidad y al PC del P-Patria
Roja y con ocasión de su último congreso, reiteraron -en el informe central-
dicho llamado. Entonces no tienen por qué llamarse escándalo cuando otros
plantean convergencias.
El otro problema es el siguiente: me imagino
una persona que viviendo en una quinta sale a la ventana del segundo piso a
gritar ¡silencio! cuando siente ruido; y no se da cuenta de que es en el primer
piso de su casa donde está la fiesta. Eso es lo que pasa con el PUM.
Están diciendo “¡silencio! cuidado con la
división”. La división está en el primer piso de su casa, es el PUM el que se está
dividiendo. Entonces que no llamen a cuidar la unidad de IU, cuando lo que está
en peligro es su propia unidad. Nosotros deseamos que salgan de ese problema,
lo que no queremos es que también le achaquen situaciones difíciles a otros en
todo el frente.
HABLANDO DE INFANTILISMO
Hace un momento usted
habló de falta de fraternidad ¿Le parece fraterno que, en su último mensaje al
país, el doctor Alfonso Barrantes califique a algunos integrantes de IU como
infantilistas y provocadores?
Yo creo que lo infraterno es que hayan
posiciones infantilistas en IU, las que han
generado derrotas estratégicas del movimiento popular en otros países. El
infantilismo es un calificativo político que alude a posiciones que no son
maduras y que en un afán de radicalismo verbal pueden llevar por la borda todo
lo acumulado por el movimiento popular.
REVOLUCIÓN SIN VIOLENCIA
La táctica de una gran
parte de los partidos de IU ha variado. Ahora se habla de un gobierno de unidad
nacional ¿Ya no se cree en esas tesis que planteaban hacer la revolución de la
manera clásica?
Nadie en IU ha renunciado a la revolución. En
todo caso, lo que pudiera interpretarse como renuncia es el hecho de que IU
asuma en este periodo la vía democrática, popular y de masas. Quisiera ser
claro: no hay nada que asocie revolución a violencia.
La vía que se ha asumido no deja de lado las
posiciones revolucionarias; lo que importa -en última instancia- es hacer la
transformación y si uno encuentra la puerta abierta no tiene por qué agarrar a
puntapiés la pared para entrar. El camino
democrático es por el que IU tendrá acceso al Gobierno y al poder.
¿Ese gobierno de IU de
ancha base podría hacerse con ciertos sectores del Partido Aprista?
No, yo creo que ahí hubo -adrede- una mala
interpretación. Cuando algunos compañeros hablaron de gobierno de unidad
nacional, democrático y anti imperialista, no mencionaron pactos. Esta idea
está muy alejada de lo que tenga que ver con un pacto o repartija con AP y el
PPC, que es el que alguien planteó que quería la izquierda o Barrantes.
A propósito del congreso ¿usted
cree sinceramente que haya algún tipo de coincidencia entre Alfonso Barrantes y
Javier Díez Canseco, por ejemplo?
Es una pregunta que tiene dos respuestas: la
de Javier Díez Canseco y la de Alfonso Barrantes. Lo que sí señalo es que
algunas de las posiciones planteadas por el PUM en relación a los documentos
del Congreso, significa un total desacuerdo con el resto de IU. Sus posiciones
hacen que las otras queden anuladas. Pensamos que en los documentos que
discutamos se le va a presentar un serio problema al PUM.
En total desacuerdo
implica que alguien tiene que salir…
No,
implica que alguien tiene que entrar en razón.
¿Y si no se entra en razón?
Es un problema que no nos planteamos porque nosotros
tenemos la razón.
¿Cuál es el punto central
de divergencia con el PUM?
Es el que la mayoría de fuerzas integrantes
de IU consideramos incompatible con cualquier otra formulación, la vía
democrática popular y de masas que postulamos. No podemos estar jugando, aunque
sea teóricamente a dos caballos. Nos parece absurdo que a estas alturas, se asuma una táctica al mismo tiempo que otra.
Tal como están las cosas ¿cree
que la unidad de IU se mantenga?
Creo que el sentimiento unitario en la base
es fuerte. Sin embargo, éste debe tratar de limar asperezas, siempre al
servicio de un proyecto común.
¿En aras de la unidad, IU
sacrificaría a algún partido?
No creo que el conjunto sacrifique a algún
partido. Me temo, sí, que alguna persona o grupo se sienta -en determinado
momento- excluido de IU. Me temo aquello, si se manifiestan posiciones
infantiles, sectarias, al interior del frente; pero no creo que haya a priori,
la intención de apartar en ningún partido.
Y el fraccionamiento -hipotético-
originaría crisis en la izquierda…
Esa hipótesis, que nadie desea, significaría
el fraccionamiento de un sector absolutamente minoritario, pero existente. No
podemos, teóricamente, negar esta posibilidad; pero si se produce, resultará mínima. Después de dos o tres meses no
significaría mayor problema para IU.
Entonces, la razón está de
su parte, no hay duda.
Sí.
¿Por qué está tan seguro?
Hay varios motivos. El primero: porque en
política el mesianismo nunca ha sido un buen componente. Las ideas de quienes
consideran que son absolutamente iluminados y que siendo una minoría pueden
imponerse al resto, por tener la “razón” no ha funcionado.
El segundo, si un sector así tuviera fuerza
en IU, ésta hubiera optado por posiciones de ese tipo hace mucho tiempo. En tercer
lugar, porque si a algo llevan las posiciones infantiles -a estas alturas de la
vida nacional- es a crear crisis. Pienso que la crisis que pueda existir en
algún partido de IU obliga al resto a curarse en salud.
Por estas razones no existe en este momento,
la posibilidad de que un sector de posiciones ultraizquierdistas tenga acogida
en el seno de IU.
Como quien dice, evitan el
cáncer ¿no?
Sí. Hay un refrán que a todos los partidos
de IU nos toca: “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a
remojar”. Los dos últimos meses nos enseñan, a todos los integrantes del frente,
los problemas que generan dentro de la organización el que se fuercen
posiciones y se busquen salidas ultraizquierdistas.
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