viernes, 29 de abril de 2022

CUANDO NO SE PENSABA EN RUPTURA DE IU (1988)

Durante el mes de septiembre de 1988 eran muy fuertes las tensiones en Izquierda Unida, IU, cuando se trabajaba intensamente en la preparación del Primer Congreso Nacional, significativo encuentro que tendría miles de participantes, inicialmente previsto para tres meses después. IU era un frente político fundado en septiembre de 1980 (Ver crónica “Izquierda: encuentros y desencuentros” del 20 de febrero de 2015). Desde 1983 se había constituido en la segunda fuerza política en los gobiernos municipales del país, incluyendo la alcaldía de Lima, y después de las elecciones generales de 1985 era también la segunda fuerza parlamentaria.

Era yo en esa época, secretario general del Partido Socialista Revolucionario, PSR, e integrante del Comité Directivo Nacional de IU. Aunque preveía que podría haber muchos problemas en ese encuentro, no suponía que la reunión -que finalmente se realizó en enero de 1989- significaría la ruptura del frente.

ROMPIMIENTO PESE A COINCIDENCIAS

El rompimiento puso a un lado a cuatro de sus organizaciones fundadoras junto con una que se había sumado años después y al otro lado a dos de los partidos fundadores y a Alfonso Barrantes, su principal líder que incluso había sido candidato a la presidencia de la República y alcalde de Lima. En ambos lados hubo importantes grupos de militantes independientes, es decir, que participaban del frente sin pertenecer a ninguna de las organizaciones políticas.

Como ya he mencionado en otras crónicas, en esa época estuve muy cerca de Henry Pease, que presidía la comisión organizadora del congreso y con quien teníamos una gran amistad de más de veinte años. Con él coincidíamos en que ese congreso podía servir para fortalecer a IU como una agrupación de izquierda moderna y responsable dispuesta a asumir el reto de gobernar el Perú a partir de 1990, pero mientras yo consideraba inviable la permanencia en IU de sectores que calificábamos como vanguardistas y militaristas, Henry valoraba mucho la unidad.

ES BUENO RECORDAR LO QUE UNO DIJO

Aunque en estas crónicas suelo presentar los hechos durante la segunda mitad del siglo pasado tal como los recuerdo y, por cierto, ayudado por algunas informaciones que encuentro en publicaciones de esas épocas, en este caso voy a trascribir una entrevista completa hecha en esa etapa previa al congreso.

Revisando algunos papeles encontré que el 4 de setiembre de 1988 se publicaron dos entrevistas sobre los problemas en IU que me hicieron en mi calidad de secretario general del PSR. Una de las entrevistas se publicó en el hasta ahora existente diario La República y la otra, en Misión, no recuerdo bien si revista o suplemento de algún periódico de entonces. He escogido la segunda entrevista, sin cambiar ninguna letra, porque ilustra lo que se debatía en los meses previos al Primer Congreso Nacional.

Hay que precisar que más o menos desde 1987 en varias de las encuestas publicadas sobre las elecciones presidenciales que se realizarían en abril de 1990, aparecía Barrantes -como candidato de IU- encabezando los pronósticos. Por otro lado, el desgaste del Partido Aprista considerando el pésimo gobierno de Alan García -que nadie imaginaba que 15 años después ganaría otra elección presidencial- hacía muy difícil imaginar una buena votación para el candidato aprista. Finalmente, aún no se consolidaba orgánicamente el FREDEMO, frente de derecha formado meses antes por Acción Popular, el Partido Popular Cristiano y un nuevo movimiento político denominado Libertad liderado por el afamado escritor Mario Vargas Llosa.

LA SITUACIÓN INTERNA DE IU ERA DIFÍCIL

Muchas de mis declaraciones reflejan la situación política que en esos momentos se vivía en IU. Es decir, el mayoritario rechazo a tesis ultraizquierdistas, por un lado, y sobre todo, la seguridad que el Partido Comunista Peruano, Acción Política Socialista y los sectores independientes que poco tiempo después se organizarían como Movimiento Al Socialismo, MAS, liderados por Pease, el senador Rolando Ames y Javier Iguiñez, no sólo no coincidieran en lo político con los ultraizquierdistas sino tampoco en lo orgánico. Nos equivocamos… Fuimos parte de los sectores ganadores de las tesis políticas, pero las fórmulas orgánicas dieron mayor participación a quienes habían perdido… en desmedro nuestro. Y nos sentimos forzados a dejar el congreso, como ya en otra oportunidad he narrado extensamente (Ver crónica “Cuando la unidad no fue posible” del 29 de enero de 2019).

Al terminar de leer la entrevista, hecha hace más de treinta años, es evidente que me equivoqué sobre el desenlace del congreso, aunque fueron ciertas las apreciaciones sobre el infantilismo de alguna agrupación izquierdista. Pero esos sectores ultraizquierdistas, contra todos los vaticinios, pudieron lograr su permanencia en IU a pesar de la derrota de sus tesis políticas y mantuvieron ese frente en tensión hasta que lo dejaron año y medio después…

DECLARACIONES DE HACE MÁS DE 33 AÑOS

Paso a transcribir la entrevista que con el título “Evitando el cáncer” se publicó a inicios de setiembre de 1988:

La Convergencia Socialista y Alfonso Barrantes son sinónimos ¿verdad?

La convergencia socialista es un proyecto que estamos trabajando en común los compañeros socialistas no partidarizados, un significativo grupo de independientes que milita en Izquierda Unida y el PSR. Evidentemente, en estos tres sectores existe la mejor opinión sobre Alfonso Barrantes pero no se trata de sinonimia.

Pero consideran que Alfonso Barrantes es el candidato de la Convergencia.

No pensamos que debe haber un candidato de la CS, sino un candidato de IU. Es evidente que las fuerzas de la CS buscarán -legítimamente- que en el Congreso se apruebe las posiciones que consideremos representen a la mayoría de las bases. Pero no se trata de una alternativa a IU, sino de una fuerza que nace dentro de ella para potenciarla.

Alfonso Barrantes es una figura representativa y si hablamos de candidatos, es el mejor candidato de la izquierda.

No piensan lo mismo grupos como el Partido Unificado Mariateguísta (PUM) o Patria Roja. ¿Esas diferencias no serán el anticipo de un posterior rompimiento?

Yo espero que esto no suceda porque las posiciones en que nos movemos en IU tienen tendencia a la unidad. Nosotros mismos, como PSR, no estamos planteando ningún tipo de exclusión de fuerzas políticas sino que hayan definiciones claras.

Sin embargo, tenemos que reconocer que en otros sectores hay posiciones que podrían llevarlos a una marginación de IU, pero esto no es una decisión colectiva en el frente.

Se dice que ahora el Partido Unificado Mariateguísta -por su rompimiento de amistad con el Partido Comunista-Unidad y por el creciente radicalismo de sus propuestas- se encuentra en minoría al interior de Izquierda Unida. ¿Esta situación podría provocar enfrentamientos o posiciones polarizantes?

Para comenzar, nunca una fuerza integrante de IU consolidó una mayoría, pero nuestra preocupación era el empantanamiento que a veces hacía inviable al frente. Nadie perdía, pero nadie ganaba tampoco, porque se buscaba la ambigüedad como fórmula para contentar a todos.

Respecto a lo otro, es evidente que el PUM tiene problemas. No hay que sacar provecho de las diferencias ajenas, pero debe aclararse que lo que vive hoy Izquierda Unida no son problemas con el PUM sino los problemas del PUM, que es distinto.

En las últimas semanas -sin que viniera el caso- algunos compañeros de dicho partido han lanzado ataques nada fraternos a la Convergencia Socialista. Y aquí cometen, por lo menos, dos errores: primero, olvidan que el año 86 ellos llamaron a la Convergencia de los Partidos Marxistas Leninistas y se dirigían particularmente al PCP - Unidad y al PC del P-Patria Roja y con ocasión de su último congreso, reiteraron -en el informe central- dicho llamado. Entonces no tienen por qué llamarse escándalo cuando otros plantean convergencias.

El otro problema es el siguiente: me imagino una persona que viviendo en una quinta sale a la ventana del segundo piso a gritar ¡silencio! cuando siente ruido; y no se da cuenta de que es en el primer piso de su casa donde está la fiesta. Eso es lo que pasa con el PUM.

Están diciendo “¡silencio! cuidado con la división”. La división está en el primer piso de su casa, es el PUM el que se está dividiendo. Entonces que no llamen a cuidar la unidad de IU, cuando lo que está en peligro es su propia unidad. Nosotros deseamos que salgan de ese problema, lo que no queremos es que también le achaquen situaciones difíciles a otros en todo el frente.

HABLANDO DE INFANTILISMO

Hace un momento usted habló de falta de fraternidad ¿Le parece fraterno que, en su último mensaje al país, el doctor Alfonso Barrantes califique a algunos integrantes de IU como infantilistas y provocadores?

Yo creo que lo infraterno es que hayan posiciones infantilistas en IU, las que han generado derrotas estratégicas del movimiento popular en otros países. El infantilismo es un calificativo político que alude a posiciones que no son maduras y que en un afán de radicalismo verbal pueden llevar por la borda todo lo acumulado por el movimiento popular.

REVOLUCIÓN SIN VIOLENCIA

La táctica de una gran parte de los partidos de IU ha variado. Ahora se habla de un gobierno de unidad nacional ¿Ya no se cree en esas tesis que planteaban hacer la revolución de la manera clásica?

Nadie en IU ha renunciado a la revolución. En todo caso, lo que pudiera interpretarse como renuncia es el hecho de que IU asuma en este periodo la vía democrática, popular y de masas. Quisiera ser claro: no hay nada que asocie revolución a violencia.

La vía que se ha asumido no deja de lado las posiciones revolucionarias; lo que importa -en última instancia- es hacer la transformación y si uno encuentra la puerta abierta no tiene por qué agarrar a puntapiés la pared para entrar.  El camino democrático es por el que IU tendrá acceso al Gobierno y al poder.

¿Ese gobierno de IU de ancha base podría hacerse con ciertos sectores del Partido Aprista?

No, yo creo que ahí hubo -adrede- una mala interpretación. Cuando algunos compañeros hablaron de gobierno de unidad nacional, democrático y anti imperialista, no mencionaron pactos. Esta idea está muy alejada de lo que tenga que ver con un pacto o repartija con AP y el PPC, que es el que alguien planteó que quería la izquierda o Barrantes.

A propósito del congreso ¿usted cree sinceramente que haya algún tipo de coincidencia entre Alfonso Barrantes y Javier Díez Canseco, por ejemplo?

Es una pregunta que tiene dos respuestas: la de Javier Díez Canseco y la de Alfonso Barrantes. Lo que sí señalo es que algunas de las posiciones planteadas por el PUM en relación a los documentos del Congreso, significa un total desacuerdo con el resto de IU. Sus posiciones hacen que las otras queden anuladas. Pensamos que en los documentos que discutamos se le va a presentar un serio problema al PUM.

En total desacuerdo implica que alguien tiene que salir…

 No, implica que alguien tiene que entrar en razón.

¿Y si no se entra en razón?

Es un problema que no nos planteamos porque nosotros tenemos la razón.

¿Cuál es el punto central de divergencia con el PUM?

Es el que la mayoría de fuerzas integrantes de IU consideramos incompatible con cualquier otra formulación, la vía democrática popular y de masas que postulamos. No podemos estar jugando, aunque sea teóricamente a dos caballos. Nos parece absurdo que a estas alturas, se asuma una táctica al mismo tiempo que otra.

Tal como están las cosas ¿cree que la unidad de IU se mantenga?

Creo que el sentimiento unitario en la base es fuerte. Sin embargo, éste debe tratar de limar asperezas, siempre al servicio de un proyecto común.

¿En aras de la unidad, IU sacrificaría a algún partido?

No creo que el conjunto sacrifique a algún partido. Me temo, sí, que alguna persona o grupo se sienta -en determinado momento- excluido de IU. Me temo aquello, si se manifiestan posiciones infantiles, sectarias, al interior del frente; pero no creo que haya a priori, la intención de apartar en ningún partido.

Y el fraccionamiento -hipotético- originaría crisis en la izquierda…

Esa hipótesis, que nadie desea, significaría el fraccionamiento de un sector absolutamente minoritario, pero existente. No podemos, teóricamente, negar esta posibilidad; pero si se produce, resultará mínima. Después de dos o tres meses no significaría mayor problema para IU.

Entonces, la razón está de su parte, no hay duda.

Sí.

¿Por qué está tan seguro?

Hay varios motivos. El primero: porque en política el mesianismo nunca ha sido un buen componente. Las ideas de quienes consideran que son absolutamente iluminados y que siendo una minoría pueden imponerse al resto, por tener la “razón” no ha funcionado.

El segundo, si un sector así tuviera fuerza en IU, ésta hubiera optado por posiciones de ese tipo hace mucho tiempo. En tercer lugar, porque si a algo llevan las posiciones infantiles -a estas alturas de la vida nacional- es a crear crisis. Pienso que la crisis que pueda existir en algún partido de IU obliga al resto a curarse en salud.

Por estas razones no existe en este momento, la posibilidad de que un sector de posiciones ultraizquierdistas tenga acogida en el seno de IU.

Como quien dice, evitan el cáncer ¿no?

Sí. Hay un refrán que a todos los partidos de IU nos toca: “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”. Los dos últimos meses nos enseñan, a todos los integrantes del frente, los problemas que generan dentro de la organización el que se fuercen posiciones y se busquen salidas ultraizquierdistas.

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