viernes, 21 de febrero de 2014

DE TRÁNSITO POR UN PAÍS QUE NO EXISTE (1990)


El 20 de octubre de 1990 a las cinco de la tarde aterrizamos en Moscú cuatro integrantes de la Coordinación Socialista Latinoamericana, luego de participar en un evento en la República Popular Democrática de Corea y de pasar tres días de visita en la República Popular China. La delegación la integrábamos Pepe Luna y yo, del Partido Socialista Revolucionario del Perú, un veterano dirigente del Partido Socialista de Chile y un dirigente joven de la Alianza Democrática M-19 de Colombia, movimiento político de izquierda surgido después de la desmovilización del movimiento guerrillero M 19 y que se insertó en la vida democrática de su país y obtuvo más del 25 % de los votos en las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente realizada un mes y medio después de este viaje.

REUNIÓN CON ROSTROS CAMBIADOS (1978)


Después que el 26 o 27 de mayo de 1978 en una reunión clandestina del Secretariado del Partido Socialista Revolucionario, decidimos sugerir a la Dirección Nacional del partido plantear a diversas fuerzas políticas el retiro de sus listas de candidatos a la Asamblea Constituyente, dada la imposibilidad de realizar campañas electorales con suspensión de garantías constitucionales y toque de queda, pero sobre todo, con candidatos detenidos y deportados en la madrugada del 26 (Ver crónica "Hablando con Villanueva del retiro de listas" del 20 de enero de 2013).

CENSO EN SURQUILLO DESPERTÓ MI REBELDÍA (1956)

Tenía 14 años y medio al terminar el año 1956 y, aunque seguramente yo mismo no me daba cuenta, estaba comenzando a perfilarse en mí lo que sería mi actitud predominante en las siguientes décadas: la actividad política. Desde que se instaló el gobierno de Manuel Prado el 28 de julio de ese año estaba más interesado que nunca en leer en los periódicos lo que pasaba en el Perú, pero ya no lo hacía sólo en mi casa como ocurría desde cuatro o cinco años antes, sino también en el colegio cuando ayudaba a seleccionar las noticias que difundiríamos en el radio periódico que propagábamos durante los recreos de la mañana. También comenzaba a conversar con algunos compañeros de estudio sobre la historia reciente, particularmente las denuncias sobre las inmoralidades ocurridas durante el gobierno del general Manuel A. Odría. No podía olvidar que, junto con varios compañeros de mi promoción, había estado entre los dirigentes en mi colegio de la huelga estudiantil de Lima y el Callao en protesta por la eliminación del pasaje escolar realizada un mes antes de la terminación del régimen odriísta (Ver crónica "Cuando las lecciones se reciben en casa" del 29 de octubre de 2012).