En abril conversamos con Manuel Bernales Alvarado sobre una foto
tomada hace más de 50 años en una reunión en la que ambos participamos. Tratamos
de recordar el nombre de todos los fotografiados pero sólo logramos hacerlo con
la mitad, los 16 peruanos pero sólo 9 de los 34 extranjeros fotografiados. Hablamos
de la capacitación política de antaño, ya que la fotografía se tomó en febrero
de 1964 en las afueras de Lima, en el Centro Vacacional de Huampaní, en un
seminario internacional de ORMEU, Oficina Relacionadora de Movimientos
Estudiantiles Universitarios.
Como la sede de ORMEU estaba en Santiago de Chile, la preparación del
seminario estuvo a cargo de la Coordinadora de Frentes Estudiantiles Social
Cristianos, COFESC, cuyo principal responsable era Carlos Lecca Arrieta. COFESC
coordinaba a los frentes que con el nombre de social cristiano u otras
denominaciones existían en las universidades del país. Carlos se había
vinculado a los responsables de ORMEU el año anterior, cuando participó en
México en el seminario "Factores políticos y sociales de la integración
latino americana". En ese momento era presidente de la Asociación de Centros de la Universidad Nacional de Ingeniería, ACUNI, y asistió junto con Jaime Montoya,
presidente de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad
Católica del Perú, FEPUC.
ORMEU: UN NOMBRE QUE NO DECÍA NADA
Carlos y Jaime integraban la Juventud Demócrata Cristiana cuyos
militantes eran la columna vertebral de los frentes social cristianos, aunque
participaban también independientes. En México el artífice de ORMEU el chileno Fernando
Sanhueza les habló sobre la posibilidad que se realizara en Lima el siguiente
encuentro. Aunque el nombre de ORMEU no tenía una connotación política o
ideológica e incluso podía dar la impresión de servir sólo para impulsar el
trabajo gremial, fue en su momento un instrumento de formación de cuadros
políticos social cristianos, particularmente en Centro América.
Sanhueza había sido presidente de la Federación de Estudiantes de
la Universidad Católica de Chile entre 1953 y 1954. En el año 1962 logró
convocar a un brillante grupo de jóvenes DC chilenos que habían sido dirigentes
universitarios a fines de los años 50 y que con 25 a 30 años fueron los
principales impulsores del trabajo de ORMEU, entre ellos estaban Eduardo Palma,
Otto Boye, los hermanos Jaime e Iván Lavados y Eduardo Hill. A ellos se uniría
nuestro compatriota Federico Velarde, Fico, quien en 1963 viajó a instalarse en
Santiago después de haber integrado el Comité Ejecutivo Nacional del Partido
Demócrata Cristiano, PDC. A Fico le escuché cómo la anodina denominación ORMEU
había permitido que Sanhueza, en las narices de varias dictaduras
centroamericanas, coordinara con universitarios que luego organizarían núcleos
políticos democráticos de inspiración social cristiana. La labor de
capacitación de seminarios era complementada con cursos de varios meses en la
sede de la organización en Santiago.
Como ORMEU prácticamente actuaba con autonomía muy pocos sabían que en
era un departamento de ODUCAL, la Organización de Universidades Católicas de
América Latina, que presidía el Rector de la Universidad Católica de Chile y
cuyo Secretario General era el propio Sanhueza. Para el financiamiento de sus
principales actividades contaba con el apoyo del Instituto de Solidaridad
Internacional de la Fundación Konrad Adenauer de la República Federal Alemana. Sanhueza
desde 1965 jugaría un papel importante en la vida pública como diputado por
Santiago, llegando incluso a presidir la Cámara de Diputados en 1971 cuando la
DC era opositora al gobierno de Unidad Popular presidido por Salvador Allende,
del Partido Socialista.
TAMBIÉN HAY MALOS RECUERDOS
Lecca puso gran empeño en la reunión que contó por lo menos con
sesenta participantes, incluyendo un agotador viaje a Santiago donde el cúmulo
de actividades fue tal que terminó quedándose dormido en una cena que Sanhueza
organizó en su casa. En COFESC tuvo el apoyo de gran número de camaradas, en
especial de Julio Da Silva, con quien hizo los ajustes necesarios para lograr
la participación del mayor número de peruanos de lo inicialmente previsto. Uno
de los ahorros fue en movilidad, ya que los gastos de llevar desde el
aeropuerto a Huampaní a muchos participantes se redujeron con el alquiler de un
auto que manejaba el propio Carlos con la ayuda de Julio y mía que para hacerlo
tuvimos que aprender a manejar (Ver
crónica “Mis inicios al volante” del 24 de octubre de 2014).
Pasados más de cincuenta años, más que los temas que se trataron, me
viene a la memoria el ambiente de camaradería de quienes, entre los 18 y 25
años, se sentían miembros de una generación que sentía Latinoamérica como
patria común.
Lo que si recuerdo como si hubiese pasado semanas atrás fue la queja de
uno de los extranjeros. Le habían robado una corbata y tenía la sospecha de
quién había sido. Carlos lo conversó con Julio y conmigo. Al momento de una de
las charlas, nos dirigimos los tres al pabellón donde estaba el dormitorio del
presunto culpable. Encontramos en una bolsa no sólo la corbata desaparecida
sino bastantes corbatas más, todas de manufactura extranjera. ¿Estábamos frente
a un coleccionista inescrupuloso o a un enfermo? Se trataba por todo lo que
pudimos comprobar de un cleptómano. Carlos tuvo que llamarlo, decirle que entregara
todo lo ajeno y no le aceptó burdas explicaciones que aludían a que sólo
buscaba tener “recuerdos” de la reunión. Le dijo que preparara su equipaje y
que no se le diría nada a sus compañeros. A la hora de almuerzo comunicó a su
compañero de habitación que un familiar se había puesto mal y tenía que dejar
la reunión. Se devolvió la corbata a quien había hecho la denuncia pidiéndole
disculpas y discreción. No se dijo nada al resto de participantes. Alguna
explicación se inventó para devolver a sus dueños el resto de los “recuerdos”.
Me olvidé del enojoso asunto prácticamente hasta hoy…
SÓLO RECUERDO A LA MITAD
Pero vayamos a la foto que motivó estos recuerdos y que los lectores
podrán ampliar para distinguir mejor. Aparecen numerados del 1 al 50 y con
fondo verde los
identificados. De manera que si alguno recuerda a alguien –o se recuerda a sí
mismo- pueda enviarme el nombre y el número que tiene.
A los peruanos de la foto los vi con frecuencia en los siguientes
años, considerando que entre 1965 y 1969 integré el Comité Ejecutivo Nacional
del PDC y estaba en permanente contacto con el trabajo de COFESC. Fueron años
de intenso desarrollo de los frentes estudiantiles y muchos de sus integrantes
eran miembros de la Juventud DC de la que fui secretario general entre 1966 y
1967. Como yo (29) he relatado en otras oportunidades, en 1971 junto con un
grupo de camaradas renuncié al PDC. Ese alejamiento y el tránsito hacia la
formación de un partido socialista lo hice con uno de los fotografiados: Manuel
Bernales (42) con quien nos conocimos en 1960 y tenemos más de 55 años de
amistad que se ha mantenido pese a las dos décadas en que Manolo vivió en el
extranjero. Es uno de los más talentosos de mis amigos y ha destacado
académicamente en temas vinculados a Gestión Pública y Social, Ambiente y
Seguridad Humana. Trabajó varios años como consultor en Centro América y como
especialista de UNESCO más de quince años. Fue desde agosto de 2006 hasta mayo
de 2008, presidente del Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), inmediatamente
antes que este organismo se convirtiera en Ministerio del Ambiente.
CAMARADAS A LOS QUE VI MUCHO O POCO
Desde alrededor de 1970 no he conversado, aunque puedo haber intercambiado
saludo alguna vez con Fernando Zevallos (1) y José Chávez Murillo (2) de
Arequipa y con el cusqueño Molina (39), con Guillermo Barreto (8) que estudiaba
derecho en Trujillo y que cuando se graduó volvió a su natal Piura y con
Fernando Salinas (14) que ha realizado una excelente y reconocida docencia de
arquitectura en Huancayo. En algunas oportunidades hablé no muy largo con Jesús
Flores (17) de Ayacucho cuando era reconocido investigador del Instituto del
Mar. Lamento no haber conversado más con este hombre que pese a su gran calidad
científica nunca dejó de lado la sencillez. Falleció hace más de diez años.
A Eusebio Quiroz Paz Soldán (43) con brillantes trabajos históricos
particularmente sobre su querida Arequipa lo he visto espaciadamente a lo largo
de estas décadas, la última vez algo menos que tres años atrás. Cada vez que he
estado en la ciudad blanca he tratado de hablar con él. Es de los amigos con
los que uno siempre conversa como si hubiésemos estados juntos la semana
anterior. Es difícil encontrar personas que juntan bonhomía, humor y cariño con
extraordinario talento y capacidad de trasmitirlo como Eusebio.
Después de haberlo frecuentado mucho a Lorenzo Kcomt (5) en la década
del 70 y algo de la del 80, cuando dirigía el vespertino “El Satélite” en
Trujillo, volví a conversar con él por lo menos cinco veces entre el 2005 y el
2015. Retirado del periodismo y dedicado a administrar su pequeño chifa en esa
ciudad norteña, mantiene la agudeza en el análisis político y el cariño a los
amigos.
Con Ronald Espezúa (50) de Huancayo he hablado no más de un par de
veces en los últimos años y no he logrado ver las veces en que he estado en el
Cusco en los últimos años a Eduardo Zegarra (49) nacido arequipeño y
prácticamente cusqueño desde hace cerca de 60 años. Muchas veces a lo largo de
las cuatro décadas últimas he conversado con Guido Quispe (47) de Ica. Vivimos
en la misma urbanización y nuestras hijas estudiaron juntas desde primero de
primaria hasta el quinto de secundaria en el mismo colegio y hasta ahora se
visitan viviendo en dos estados diferentes de los Estados Unidos.
Justamente en el país del norte, en Los Ángeles, vive hace unos 30
años, después de trabajar buen tiempo en el diario El Comercio, el entusiasta periodista Luis Rodríguez Aranguren (6),
con quién esporádicamente intercambiamos saludos por correo electrónico. A Conrado
Mauricio (28) lo traté mucho en la década del 70 y hasta mediados de los 80 en
que comenzó a trabajar en UNESCO en Centroamérica. Lo vi hace unos ocho años y
me enteré que estaba radicado en Costa Rica trabajando como siempre en temas
relacionados a la Educación.
Con Jaime Quijandria (15) tuve una permanente aunque no intensa
relación de amistad a lo largo de todas estas décadas, interrumpidas por las
etapas en que trabajó fuera del país. Algunas veces con posiciones distintas en
el ámbito político mantuvo una buena amistad con un grupo de ex jóvenes DC con
quienes intercambió saludos en la Navidad del 2013 pocos días antes de su muerte
el 30 de diciembre. Cuando a Pancho Guerra García y a mí nos habló de la
inminencia de su fin, un año antes de su deceso, lo hizo sin ningún dramatismo
y contando los propósitos que tenía por delante. Realistamente se planteó
planes sucesivos de poca duración y sintió la satisfacción de cumplirlos. Jaime
fue ministro de Energía y Minas durante el gobierno de Alejandro Toledo entre
28 de julio de 2001 y 30 de octubre de 2004, con un paréntesis entre el 25 julio
2003 al 16 de febrero de 2004 en que ocupó la cartera de Economía y Finanzas. Dejó
de ser ministro para desempeñarse como uno de los directores ejecutivos del
Banco Mundial.
CUATRO PARTICIPANTES FUERON MINISTROS
Jaime no es el único de los del grupo fotografiado que fue ministro.
También lo fueron Roy Chaderton (4) de Venezuela, Jaime Ravinet (11) de Chile y
Ángel José Burró (24) de Paraguay, a quienes tuve oportunidad de ver por lo
menos una vez después de ese seminario.
En la dinámica interna del COPEI, partido social cristiano de
Venezuela, a finales de los 60, Chaderton se ubicaba entre los denominados
“astronautas” corriente partidaria de izquierda a cuyos integrantes se les
decía que no tenían ”los pies en la tierra”. Habiendo culminado la universidad,
dejó la política activa e ingresó al servicio diplomático en 1969 cuando el líder
copeyano Rafael Caldera asumió la presidencia de la república por primera vez. Cuando
viajé a Europa en 1977 (Ver
crónica “Llegué a Lund en avión, bus, barco, tren y auto” del 20
de enero de 2013), tuve
oportunidad de conversar con él cuando era funcionario de la representación de Venezuela
en Bélgica. Después de ser embajador en un par de países, fue vice canciller en
el segundo gobierno de Caldera y Hugo Chávez lo nombró Canciller en 2004.
Además de este importante cargo que ocupó por dos años, Roy Chaderton fue
representante permanente de Venezuela ante la Organización de Estados
Americanos por siete años desde 2008. Actualmente es diputado por el Partido
Socialista Unido de Venezuela en el Parlamento Latinoamericano.
Con Jaime Ravinet me encontré un par de veces en Santiago entre 1966 y
1970 y tuvimos oportunidad de conversar ampliamente cuando participamos en un
seminario en Bonn entre el primero y el 20 de diciembre de 1970. Terminada la
dictadura de Augusto Pinochet, la Concertación por la Democracia –que incluyó
al Partido Demócrata Cristiano, al Partido Socialista, al Partido por la
Democracia y al Partido Radical- asumió en 1990 la conducción del gobierno y Ravinet
fue alcalde de Santiago entre 1990 y 2000. Inicialmente fue nombrado y luego
ganó el cargo en dos elecciones sucesivas. En el gobierno de Ricardo Lagos, fue
ministro de Vivienda y Urbanismo. Dejó el cargo para asumir como ministro de
Defensa en setiembre de 2004 hasta el fin del gobierno en marzo de 2006.
Sorpresivamente cuatro años después asumió la misma cartera en el gobierno
derechista de Sebastián Piñera, previa renuncia al PDC donde había militado
desde inicios de los años 60. Diez meses después renunció, luego de
cuestionamientos por algunas declaraciones suyas. Años después diría que estaba
"arrepentido" de haber sido ministro de Piñera.
Meses después del seminario de Lima, en los últimos días de agosto, me
reencontré con el paraguayo Ángel José Burró e hicimos buenas migas en un
seminario de cerca de cincuenta días en la República Federal Alemana, Austria,
Bélgica, Luxemburgo e Italia. Incluso entramos por unas tres horas a
Checoslovaquia, aunque ese ingreso no quedó registrado en nuestros pasaportes (Ver crónica “Llegué a 20 países europeos, estuve en 23” del 24 de abril de 2015). Aunque no lo volví a ver después, supe que en Paraguay el Partido
Demócrata Cristiano mantuvo su oposición al dictador Alfredo Stroessner y que
Burró incluso fue su presidente. Al inicio del presente siglo Burró fue senador
y ministro de Justicia, cargo al que tuvo que renunciar luego de unas
controvertidas declaraciones sobre los argentinos y brasileños. Cuando después
de ver con Manolo Bernales la fotografía traté de averiguar si Burró estaba
todavía en actividad, lo primero que encontré fue que había fallecido semanas
antes, el 3 de marzo.
No conocía a José María Dagnino (34) de Argentina, uno de los
expositores invitados en ese seminario, ni tuve oportunidad de conversar con él
en esa ocasión. Años después me enteraría que en 1969 había sido durante un año
ministro de Economía del gobierno militar de Juan Carlos Onganía. Y que tuvo la
misma cartera por sólo 50 días en 1982 durante la sangrienta dictadura que en
ese momento encabezaba el general Reynaldo Bignone. En la década pasada,
Dagnino fue destituido como docente de la Facultad de Derecho de la Universidad
de Buenos Aires y el Congreso Nacional le quitó su “jubilación de privilegio”
por haber colaborado con esas dictaduras.
CHILE: 1990 Y 1973
Con Jaime Lavados (31) chileno que dirigió el equipo de ORMEU que vino
al seminario me vi un par de veces en Santiago pocos años después, pero me
mantuve informado durante muchos años de su trayectoria científica y académica.
Fico Velarde, quien desde inicios de los 90 viajaba con su esposa todas la
Navidades a Chile para ver a sus hijas que allí estudiaban y luego trabajaban,
en sus visitas anuales buscaba a Jaime y sintió verdadero orgullo cuando su
gran amigo, después de la dictadura, fue el primer Rector de la
Universidad de Chile elegido democráticamente para el periodo 1990 a 1998.
Murió hace menos de un año, en octubre pasado. A Jorge Thomas (30) que acompañaba a
Lavados en el equipo de ORMEU, después de conversar con él en Santiago en 1966 no
lo vi más. Desde esa reunión no he visto a Alfredo García López (35) de México, ni a Oscar
E. Ceville (23) de Panamá ni a Leo Valladares (41) de Honduras. Supe que el
panameño fue Procurador de la Administración de Panamá entre el 2005 y el 2015
y Valladares el primer Defensor del Pueblo en Honduras y cumplió una reconocida
labor entre 1992 y 2002.
ORMEU poco después cambió de nombre a Corporación de Promoción
Universitaria y se volcó a un trabajo más académico que se prolonga hasta la
actualidad. Mantuvo la perspectiva de los valores del humanismo y la democracia
que planteó Sanhueza.
Por eso no es de extrañar que cuando el golpe militar del 11 de
septiembre, el PDC mantuvo un silencio que para los observadores se traducía en
apoyo al golpe, hubiera un documento conocido con “los 13 del 13”, porque
fueron 13 los firmantes del documento del 13 de setiembre en que, justamente
por convicciones democráticas, se señalaba “Condenamos categóricamente el
derrocamiento del Presidente Constitucional de Chile, señor Salvador Allende,
de cuyo Gobierno, por decisión de la voluntad popular y de nuestro partido,
fuimos invariables opositores. Nos inclinamos respetuosos ante el sacrificio
que él hizo de su vida en defensa de la Autoridad Constitucional”. Y por cierto
entre los firmantes se encontraba Fernando Sanhueza, junto con otros destacados
DC como Bernardo Leighton, José Ignacio Palma, Renán Fuentealba, Claudio Huepe,
Mariano Ruiz-Esquide, Jorge Donoso y Belisario Velasco.
Por imprevista casualidad tuve la suerte de llegar a esta página que me lleno muchos recuerdos, no solo de aquellos gratos amigos; sino también de ideales que sostuvimos como signo de nuestras vidas. Les hago llegar a todos un fuerte abrazo, como aquellos que expresaban nuestras alegrías al econtrarnos antes de cada jornada. Que siempre nuestros ideales los acompañen!!
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