En esta Navidad en que después de varios años nos hemos reunido para recibirla con mis tres hijos y sus familias, he recordado cómo nos movilizábamos Ana María, mi esposa, ellos y yo las noches del 24 y las tardes del 25 de diciembre. Y esos recuerdos están asociados a nuestro “escarabajo” -de color rojo mandarín según la tarjeta de propiedad- que acompañó a la familia por más de 20 años (ver crónica “El Volkswagen rojo” del 14 de setiembre de 2013).