En los años en que -en razón de militancia y dirigencia política-
viajé por numerosos países nunca lo hice llevando una bolsa de viaje facilitada
por mi organización política, ni tampoco estuve en situación económica tan
buena como para disponer de una cantidad de dólares que me permitiera viajar
con la seguridad que no sólo podía hacer compras sino afrontar cualquier
eventualidad.
viernes, 27 de septiembre de 2019
NO SE PUEDE ATENTAR CONTRA LAS COSTUMBRES (1955)
Comenzaba julio de 1955, tenía casi un mes de haber
cumplido 13 años y estudiaba en la Gran Unidad Escolar Tomas Marsano, que año y
medio después cambiaría su nombre a Ricardo Palma. Aunque la cercanía de los
desfiles escolares motivaba el entusiasmo de mis compañeros, yo me sentía algo
frustrado. Sabía que, al igual que el año anterior, no desfilaría porque era muy
bajo, uno de los de menor talla entre los que cursaban el segundo de
secundaria.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)