Siempre había considerado sobria al mismo tiempo
que acogedora una habitación cuyas paredes estuvieran forradas en madera. Sin
embargo no me sentí muy cómodo en la mañana del lunes 7 de agosto de 1972, cuando
subí en Trujillo al avión cuatrimotor que nos llevaría a Piura. Viajaba con Ana
María mi esposa desde el viernes anterior y al ingresar comprobé que era el
avión de Faucett -hoy desaparecida, pero por esa época prestigiosa y antigua
línea aérea nacional y, en esos momentos, la única además- cuya cabina de
pasajeros estaba forrada en madera y en el que me había embarcado en varias oportunidades
antes.
jueves, 21 de julio de 2016
CLANDESTINOS PERO EN TELEVISIÓN (1978)
Aunque consideraba que no había cambiado mucho mi
aspecto en los últimos 17 ó 18 días, no me sentía muy contento frente al espejo
a las siete de la mañana del sábado 10 de junio de 1978. En esos días de clandestinidad
me había dejado crecer el bigote y cambiado el peinado.
Debía afeitarme justamente cuando ya había dejado de ser una persona que
“se está dejando crecer bigote” para convertirme en una “con bigote”. Pero
además debía tratar que mi cabello quedara peinado hacia atrás como lo estuvo
durante casi 20 años y no intentara abrirse para mostrar la “raya” que había
lucido en las últimas semanas.
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