En víspera
de las elecciones generales de 1980 se produjo un hecho que inicialmente pasó
desapercibido: la quema de las ánforas que debían utilizarse para esos comicios
en el lejano distrito de Chuschi, en la provincia ayacuchana de Cangallo. Aunque
nadie lo supo en esos momentos, ese 17 de mayo Sendero Luminoso había iniciado
sus acciones terroristas que desatarían más de doce años de violencia en el
país, con un saldo de varias decenas de miles de muertos.