Si hubiera sido 1990, al llegar a la plaza San Martín, seguramente
habría dicho que los organizadores del mitin se habían equivocado, ya que el
estrado tendría que colocarse al borde del portal Pumacahua y no del portal
Zela. Pero estábamos en los últimos días de mayo de 1960 y era la primera vez
que asistía a una concentración en esa plaza y no sabía que en los siguientes
treinta años estaría allí en decenas de mítines tanto como curioso espectador,
entusiasta participante, preocupado organizador o nervioso orador, pero siempre
con el estrado al otro lado de la plaza. Era un mitin de protesta organizado
por la Federación de Estudiantes del Perú, FEP, que exigía la renuncia del gabinete
ministerial por la responsabilidad política que tenía por los vejámenes
sufridos por no menos de seis universitarios detenidos semanas
atrás en movilizaciones estudiantiles.